El juez Ariel Lijo investiga si los dueños del Grupo Petersen, quienes habían ingresado al paquete accionario de YPF, le vendieron su participación y derecho de litigar al fondo de inversiones que le acaba de ganar un juicio a la Argentina por U$S16.000 millones.
Según la agencia Noticias Argentinas, a partir de fuentes de tribunales, hay sospechas de vinculaciones entre la familia Eskenazi, dueña del Grupo Petersen y la vicepresidenta Cristina Fernández.
“Cristina Kirchner expuso las frecuentes visitas de Sebastián Eskenazi a la quinta de Olivos durante el segundo gobierno”, señalaron.
Ahora, la justicia argentina quiere saber si los Eskenazi están detrás de la venta de sus acciones de YPF al fondo Burford, quien esta semana le ganó el juicio a la Argentina.
Los Eskenazi pasaron de banqueros a propietarios de una paquete de un 25% de las acciones de YPF, corriendo a los inversores españoles.
El juez Ariel Lijo mandó un exhorto a la Justicia de España para saber si esos empresarios argentinos se quedaron con algún "derecho litigioso" o todos los compró ese fondo norteamericano que cobrará U$S16.000 millones.
El 25% de las acciones de la petrolera estaba en manos de empresas con sede en España, que fueron a la quiebra por la expropiación decidida por Cristina Kirchner.
"La familia Eskenazi fue para Néstor Kirchner una pieza fundamental en su esquema de poder", aseguraron fuentes tribunalicias. Son los dueños del Banco de Santa Cruz, pero su servicio más importante para el fallecido presidente fue ponerse al frente de la “compra” del 25% de YPF.
Se señaló que Enrique Eskenazi llevaba mejor la relación con Kirchner, pero la audaz movida de ingresar a la hoy petrolera estatal, que entonces estaba en manos de españoles, estuvo encabezada por Sebastián Eskenazi, el hijo.
El holding de la familia Eskenazi es conocida como Grupo Petersen y en la actualidad mantienen los mismos negocios históricos, sobre todo bancos.